enfermedades relacionadas con la diabetes

Conoce las 7 enfermedades relacionadas con la diabetes

Si algunas vez te has preguntando cuales son las enfermedades relacionadas con la diabetes hoy te vamos a hablar un poco de ellas. La diabetes es una enfermedad metabólica que se caracteriza por niveles elevados de glucosa (azúcar) en la sangre. Existen 2 tipos: en la diabetes:

  • Diabetes Tipo 1: donde el cuerpo no produce insulina, una hormona liberada por el páncreas que se encarga de que la glucosa entre a las células para que pueda ser empleada como fuente de energía. 
  • Por otro lado, en la diabetes Tipo 2 el cuerpo no genera suficiente insulina o esta se usa de manera inadecuada. Hasta el 95 % de los cuadros diabéticos son de tipo 2.

Queremos resaltar desde el blog del Instituto Clínico La Florida la importancia de conocer los efectos sobre la salud de esta condición para tomársela en serio y ponerse en manos de un profesional ante cualquier sospecha, por mínima que sea. 

Enfermedades relacionadas con la diabetes: estas son las más comunes

En los siguientes párrafos te vamos a describir algunas de las enfermedades relacionadas o asociadas con la diabetes. ¡Comenzamos!

1. Hipertensión

Una de las enfermedades que más comúnmente se asocian a la diabetes es la hipertensión. Los pacientes con diabetes mellitus experimentan una mayor resistencia arterial periférica causada por la remodelación vascular tras los daños a los vasos sanguíneos. Además, también tiene lugar un mayor volumen de líquido corporal, asociado a la mayor concentración de glucosa en sangre inducida por la resistencia a la insulina. Ambos mecanismos elevan la presión arterial sistémica.

Por esta razón, las personas con diabetes son hasta 2 veces más proclives a desarrollar hipertensión en comparación con la población general. Como veremos en líneas posteriores, este evento fisiológico puede ser desencadenante de otras muchas enfermedades.

2. Enfermedad renal

Tanto la diabetes tipo 1 como la diabetes tipo 2 pueden causar problemas en los riñones a largo plazo. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), hasta 1 de cada 3 adultos diabéticos tienen enfermedad renal crónica, la cual se caracteriza por una pérdida de la funcionalidad de los riñones con el paso del tiempo. Esto se debe a que las altas concentraciones de azúcar en sangre son capaces de dañar a los vasos sanguíneos renales y las nefronas, lo que a su vez deriva en daños en el tejido de los riñones y un aumento de la presión arterial.

También conocida como nefropatía diabética, esta condición se puede manifestar con síntomas como inflamación de las extremidades inferiores, ojos y manos, necesidad constante de orinar, confusión y dificultad para concentrarse, presencia de proteína en la orina, pérdida de apetito, picores, náuseas y más. El abordaje inicial de esta condición es controlar la diabetes y la hipertensión, pero pueden ser necesarios procesos más complejos (como trasplantes o diálisis) si el daño renal es irreversible.

3. Retinopatía diabética

La retinopatía diabética es una complicación de la diabetes que afecta a los ojos. Si no se maneja la enfermedad, con el paso del tiempo el exceso de glucosa en sangre puede obstruir los vasos sanguíneos que alimentan a la retina, cortando así la irrigación sanguínea natural. Esto provoca la generación de nuevos vasos anormales, fugas de líquido e hinchazón.

Esta condición puede causar visión borrosa, cuerpos flotantes en la vista, zonas de visión oscura y, en general, pérdida de capacidad visual. En su etapa inicial, la retinopatía diabética se puede abordar con un mejor tratamiento de la diabetes, mientras que en el estadio avanzado se pueden requerir abordajes algo más específicos, como la inyección de medicamentos en el ojo, la fotocoagulación y, en última instancia, la vitrectomía (extraer sangre y tejido cicatricial de la retina). En todos los cuadros se requieren análisis oculares periódicos para controlar la enfermedad.

4. Neuropatía diabética

Un nivel elevado de glucosa en sangre a largo plazo puede dañar la integridad de los nervios de todo el cuerpo. Según el área afectada, los síntomas pueden ser muy diversos, aunque incluyen desde dolor y entumecimiento en las extremidades hasta problemas funcionales en los órganos, como la vejiga o el corazón. Esta condición puede llegar a afectar del 6 al 51 % de los adultos con diabetes, tal y como indican estudios.

Existen varios tipos de neuropatía diabética: periférica, autonómica, focal y proximal. Como el daño nervioso producido por la diabetes es irreversible, a día de hoy no existen tratamientos más allá del alivio del dolor, reducir el avance de la enfermedad y controlar las complicaciones/restablecer la funcionalidad en la medida de lo posible de los órganos afectados.

5. Enfermedad del corazón

Al igual que en el caso anterior, con el tiempo los niveles elevados de glucosa en sangre pueden dañar a los vasos sanguíneos y los nervios que comunican con el corazón. Además, las personas diabéticas también tienen más riesgo de desarrollar condiciones que empeoran la salud cardiovascular, como la hipertensión, tener un nivel elevado de colesterol “malo” o una concentración anormal de triglicéridos circulantes. Ninguna de estas condiciones causa síntomas, lo que dificulta su consiguiente detección y prevención.

Las personas con diabetes tienen un riesgo de 2 a 4 veces mayor para el desarrollo de patologías cardiovasculares. Cuanto más tiempo esté sin controlar esta enfermedad, más probabilidad hay de que haya un problema con los vasos sanguíneos y/o el corazón. Los electrocardiogramas, los ecocardiogramas y otras pruebas son esenciales para prevenir la muerte por fallos cardiovasculares.

6. Apnea del sueño

La apnea del sueño es otra de las enfermedades asociadas a la diabetes. Tal y como indican estudios, los niveles elevados de glucosa en sangre afectan los mecanismos de control respiratorio central, lo que promueve la aparición de apnea obstructiva del sueño. Este trastorno de la respiración, bastante común, hace que el usuario detenga la respiración y comience a respirar repetidamente mientras duerme.

Además, cuando una persona diabética ya tiene apnea del sueño, las interrupciones frecuentes de la respiración pueden hacer que la condición se agrave y sea más difícil controlar los niveles de azúcares en sangre. Por esta razón, tras su diagnóstico, es necesario abordarla cuanto antes (en general con terapia CPAP, o presión positiva continua en la vía aérea).

7. Afecciones de la piel

La diabetes se asocia a muchas condiciones de la piel

La diabetes se asocia a muchas condiciones de la piel. Las citamos en el siguiente listado:

  • Acantosis nigricans o acantosis pigmentaria: esta afección causa zonas de piel oscura, aterciopelada y gruesa en los pliegues corporales. Está muy relacionada con la resistencia a la insulina.
  • Dermopatía diabética: esta es la manifestación cutánea más común de la diabetes mellitus. En este cuadro, aparecen manchas rojas pequeñas que con el tiempo se hacen oscuras y se convierten en costra. Puede aparecer hasta en el 60 % de las personas diabéticas.
  • Necrobiosis lipoídica: esta afección cursa con zonas marrones-rojizas en la piel, sobre todo en la parte inferior de las piernas. Es mucho más común en personas con diabetes tipo 1 en comparación con las que tienen tipo 2.
  • Bulosis diabética: esta enfermedad es de naturaleza ampollosa, no inflamatoria y espontánea que se manifiesta en personas con diabetes tanto tipo 1 como 2.
  • Xantomatosis eruptiva: causa la formación de bultos amarillentos y rojizos en el cuerpo. Aparece, con frecuencia, en personas diabéticas que a la vez tienen niveles altos de lípidos en la sangre.
  • Infecciones cutáneas: las personas diabéticas son más proclives a desarrollar infecciones bacterianas y fúngicas de distintos tipos en la piel.

ICL Florida te habló sobre las 7 enfermedades relacionadas con la diabetes

Ya te hemos hablado de 7 enfermedades asociadas a la diabetes (6 extracutáneas y 6 cutáneas), pero existen muchísimas más desde el Instituto Clínico La Florida. Sin duda, esta condición acaba dañando a casi todos los órganos y sistemas del cuerpo si no se trata a tiempo, por lo que es esencial su detección temprana. Dejar la diabetes pasar nunca es una opción y hay que evitar a toda a costa que los daños generados alcancen un umbral irreversible.